de tanto avionazo que me has dado puedo llegar volando.
Vengo huyendo de un mar de dudas,
Vengo huyendo de un mar de dudas,
de mis errores del pasado
y tú me recibes tranquila, con tu 1.52 de estatura,
con tu sonrisa en perfecta curva,
tu cara analítica y me quedo atontado,
asombrado de tal perfección divina,
acomodada en tan armoniosa sintonía.
No sé qué hacer,
No sé qué hacer,
no sé si hablarte esperando ser rechazado
o seguir admirando tus ojitos brillantes que guardan un misterio
del que nadie puede hablar,
pues nadie es apto para siquiera intentar descifrarlo.
Aun así, el mirarlos de frente,
Aun así, el mirarlos de frente,
permite ver en ellos el peso de lágrimas derramadas por heridas pasadas,
pero eres tan poderosa que junto a ti guardas tus miedos,
los has dejado temblorosos, los has dominado
y ahora cada que vienen a enfrentarte,
quedan inertes,
nadie puede aplacarte,
temible luchadora inalcanzable.
De ti conozco poco,
De ti conozco poco,
pero lo que se vasta para deducir que tú y yo somos universos distintos.
Yo tan revolucionario, tu tan zen.
Yo tan revolucionario, tu tan zen.
Tú tan tranquila y decidida,
yo aún lucho con mis 355,000 maneras de entender la vida.
Ambos con lenguaje de albañil, pero en tu boca suena a poesía,
en la mía tragedia opaca y fría.
Tú un ballet ruso sincronizado, yo dos pies izquierdos.
Eres tan paraíso de las hadas, yo prefiriendo más el lodo de los cerdos.
Tú la princesa valiente de la historia, yo el ogro del cuento.
En el partido de la vida,
En el partido de la vida,
me tocó ser la pelota a 30 millas por hora,
a ti te tocó ser la bateadora, a cargo del home run,
en la última ronda, con empate en la caja registradora.
Yo te traigo mis escritos,
Yo te traigo mis escritos,
los 103 que hablan sobre ti,
tu construyes una muralla de 736 pies sobre mí,
sin desesperar, me siento a esperar que tus ojos se decidan mirar hacia acá
(cosa que no merezco, pero no pierdo la esperanza de que ocurra aquel milagroso momento)
para ofrecerles mis versos,
lean así mi poesía, y se den cuenta que lo que digo,
no es ninguna mentira.
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